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domingo, 1 de abril de 2012

Pinzón Azul (Fringilla teydea)

Pinzón Azul (Fringilla teydea)
 El Pinzón Azul (Fringilla teydea), ave paseriforme de la familia de los fringílidos, es una especie endémica de las Islas Canarias. Este pájaro se encuentra sólo en las islas de Tenerife y Gran Canaria, y es considerado un símbolo natural, junto con el Drago. Se pueden diferenciar dos subespecies: Fringilla teydea tydea en Tenerife y Fringilla teydea polatzeki en Gran Canaria. La subespecie tinerfeña es parecida a la grancanaria pero algo más pequeña y genéticamente diferente.
 Posiblemente su origen en la isla se debe a una "invasión" muy antigua de Pinzones comunes procedentes del cercano continente africano y posteriormente se diferenció durante su aislamiento en las islas.
 El Pinzón Azul se parece al Pinzón común, aunque son notablemente más grandes y tienen el pico más grueso. Se caracterizan por su pico gris y tener el plumaje más uniforme, en el que destacan menos las alas oscuras. Las hembras son de un color pardo grisáceo más apagado, aunque se distinguen de las de Pinzón común por tener las franjas de las alas más estrechas, mientras que los machos en época de cría son inconfundibles por su plumaje azul, que pasa a gris azulado el resto del año. Con su plumaje azul oscuro y su elegante porte, el Pinzón Azul es uno de los endemismos más bellos y diferenciados de toda la avifauna del archipiélago, que habita en los bosques de Pino canario.
 Puede alcanzar una longitud de 17 a 18 cm, tiene cabeza rotunda, con pico grande, fuerte y cónico, en la que destacan los ojos circulares, muy oscuros y brillantes. El cuerpo, esbelto y  ligero, con alas de longitud mediana. Las patas son finas, con dedos largos terminados en uñas oscuras. La cola, relativamente larga y perfectamente dibujada, contrasta la elegante figura de este pinzón.
 Su canto es más corto y débil que el del Pinzón común y sus llamadas durante el vuelo son más roncas.
 Su hábitat principal son los bosques de montaña de Pino canario (Pinus canariensis). La presencia de la especie depende del tipo de sotobosque, con preferencia por el Tagasaste (Chamaecytisus proliferus), y pinares con escobones y estratos arbustivos de bayas y brezos, así como de la existencia de pinos de cierta madurez. Prefiere los hábitats con una altitud de entre 1100–2000 m, aunque en ocasiones desciende a altitudes más bajas.
 Se alimentan principalmente de semillas de Pino canario, codeso y escobón, además de larvas de insectos que extrae de la corteza de los pinos. Son pájaros sedentarios y principalmente solitarios, aunque forman pequeñas bandadas fuera de la época de cría, algunas veces en compañía de Pinzones comunes y otros fringílidos.
 La cría se produce una vez al año y su periodo suele ser entre los meses de mayo a julio. La pareja hace el nido en pinos, aunque ocasionalmente también utiliza otros árboles o incluso arbustos. Lo construyen con acículas de pino, musgo y líquenes, y forrado con pelos y plumas. Ponen dos huevos que incuba la hembra, mientras el macho es el encargado de cebarla mientras dura la incubación, que es aproximadamente de dos semanas. La alimentación de los pollos es a cargo de ambos padres y a diferencia de otras especies de pinzones, sus pollos son alimentados exclusivamente de insectos.
 >La subespecie de Pinzón Azul grancanario se ha convertido en una de las aves más amenazadas del planeta. Los graves incendios forestales que ha sufrido la isla de Gran Canaria en los últimos años ha estado a punto de terminar con él. Sólo la mitad de su exigua población mundial, apenas 150 ejemplares, ha conseguido seguir adelante. La población de Pinzón Azul grancanario es todavía extraordinariamente pequeña y muy vulnerable, pero tras miles de años de adaptación, tiene más recursos de supervivencia de los que esperábamos los más pesimistas. 
 Las autoridades españolas y canarias están trabajando en proyectos de repoblación de los mermados bosques de Pino canario en la isla, árbol endémico sobre el que se sustenta la población de Pinzones Azules. Siguiendo así el ejemplo de la vecina Tenerife, donde los pinares rodean las cumbres del Teide, permitiendo la existencia de cerca de 20.000 Pinzones Azules de la subespecie tinerfeña.