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sábado, 25 de febrero de 2012

Comedero para fotografiar pájaros.

Hide y comedero. 

 La preparación de un puesto para fotografiar pájaros y otras aves pequeñas dependerá de muchos factores. Si se trata de otoño e invierno prepararemos un comedero, ya que en esta época del año los pájaros tienen más difícil encontrar comida en el campo y acudirán sin problemas a nuestro comedero. Y en verano, lo realizaremos en un aguadero o charca, donde se concentraran multitud de especies a calmar la sed o refrescarse con un baño.
 Vamos a ver los puntos a tener en cuenta de cómo se montaría un comedero de invierno:
> Preparativos y ubicación.
 Lo primero y más importante es la elección del lugar donde vamos a colocarlo, por lo que  tendremos en cuenta:
-Escoger un lugar poco transitado.
-Que sea una zona con una población de aves y especies variada acorde a nuestros objetivos, como lindes de bosques, zonas de matorral bajo con encinas y alcornoques, y bordes de ríos y arroyos.
-Que detrás de nuestro puesto la zona esté limpia de vegetación para conseguir un fondo de escena en el que no molesten ni ramas ni otros elementos que quitarían protagonismo al sujeto principal.
-Colocarlo siempre de cara al sol, ya que nos colocaremos delante con nuestro hide y fotografiaremos con el sol a la espalda. Con esto conseguimos que el pájaro quede iluminado con luz natural y evitaremos los contraluces.
-Debe ser un lugar libre, si es posible, de roedores (ratones, lirones...), ungulados (ciervos, corzos...) y ganado (ovejas, cabras...). Estos animales se comerían el "cebo" y pueden destrozar o pisotear el comedero.
> Construcción y puesta a punto.
 Elegido el lugar, comenzaremos con la construcción de nuestro comedero. Los elementos esenciales que lo compondrán:
-Una superficie base, como una pequeña mesa con un palo o rama anclada en el suelo. Hay que en cuenta que estará a la intemperie por lo que hay que escoger algo sólido y consistente, que aguante las inclemencias del tiempo. 
-Una bandeja, no muy honda y que se colocará encima de la mesa, que contendrá la comida para las aves. Es convenientemente hacer unos agujerillos, en caso de lluvia para que filtre y no se acabe llenando de agua.
-Un tronco, rama o piedra; que debidamente colocado cerca de la bandeja, le dará al conjunto estabilidad y proporcionará un posadero a los pájaros.
-Elementos de camuflaje y decorativos para forrar el comedero, como ramas, corteza, musgo... Consiguiendo así que pase desapercibido y que las aves lo extrañen menos a la hora de comer.
> Posaderos.
 Una vez tenemos nuestro comedero instalado, ya sólo queda preparar los posaderos para que los pájaros se paren en ellos antes de bajar a comer a la bandeja. Será, junto a la bandeja del comedero, un lugar propicio para realizar fotografías. Los posaderos deben presentar los siguientes aspectos:
-Estar situados en lugares accesibles y cercanos al comedero.
-Estar en el lugar por donde se prevea que van a entrar o venir las aves.
-Ser lo más estéticos posibles, al gusto de cada uno, ya que aparecerán en la foto.
-Tener una altura acorde a la que tendrá el objetivo de la cámara, ni muy alta ni muy baja.
 Con estas premisas finalizaría la colocación de nuestro puesto, ya sólo nos queda llenar nuestra bandeja de comida.
> Alimentación.
 El tema de la comida es muy personal, cada cual puede usar unos alimentos diferentes para las aves. Los pájaros pueden comer gran variedad de alimentos, los más adecuados son: migas de pan y bizcocho, arroz cocido, patatas hervidas, manzanas, cacahuetes, queso rallado, mijo, pipas pequeñas de girasol, maíz en copos, alpiste y semillas pequeñas, trigo, cañamones, piñones, pasta para insectívoros...
> Mantenimiento del comedero.
 Cada dos o tres días debemos ir a nuestro comedero para revisarlo, reponer la comida y limpiar las heces y comida sucia. La higiene es muy importante, ya que la bandeja debe de estar limpia para no crear parásitos que afecten la salud de las aves. Hay que ser lo más escrupulosos posible ya que estamos jugando con la salud de un buen número de aves que seguro entraran a comer cada día. Si en el periodo de tiempo que va de una visita a otra llueve, nuestro comedero puede haber sufrido algún daños, debemos ir a revisarlo cuanto antes para cambiar la comida mojada o arreglar lo que pueda estar en mal estado.
 Si todo va bien en 15 días tendremos ya bastantes pájaros con el hábito de ir a alimentarse a nuestro comedero como para realizar nuestras primeras fotografías.
> Colocación del hide.
 El hide se colocará uno o dos días antes de la sesión de fotos en un lugar con vegetación para camuflarlo y ocultarlo. Lo camuflaremos con ramas secas, hojas, red de camuflaje... para que quede lo más natural posible.
 Si en el lugar no existe vegetación, podremos hacer un montón con ramas secas y colocarlo días antes con el fin de que al sustituirlo por el hide el día de la sesión las aves no extrañen ese nuevo elemento. Hay que colocar el hide para conseguir el máximo acercamiento posible al comedero y al posadero, dependiendo de la distancia focal del objetivo de nuestra cámara. Puede parecer aveces que hay muy poca distancia, pero las aves se acaban acostumbrando a la su presencia y llegan a permitir grandes acercamientos sin inmutarse. Si las aves desconfían del hide, lo colocaremos un poco mas lejos del comedero y lo iremos acercando poco a poco para que ellas lo vayan aceptando.
> Salir con la cámara.
 Una vez colocado el hide en el lugar adecuado, ya sólo queda madrugar y salir al campo con la cámara lista a pasar una buena jornada de fotografía.
 En el hide entraremos de noche, justo antes de la salida del sol. Las aves son madrugadoras y muy activas en las primeras luces del día, así es que nos meteremos en el hide cuando aún sea de noche, para que éstas no nos vean entrar y no sepan que dentro hay una persona. Si nos descubren probablemente no se acerquen a comer, aunque con el tiempo ganaran en confianza y les dará igual que estemos cerca, llegando a fotografiarlas sin ocultarnos.
> Responsabilidad.
 Crear un comedero, es toda una experiencia pero muy entretenida y laboriosa, que requiere de una responsabilidad, ya que estamos modificando el comportamiento de las aves. Las aves pasan el invierno dependiendo de nuestra comida y si les falta tendrán serias dificultades para encontrar en otro lugar, una vez se han acostumbrado a nuestro comedero. Por lo que el comedero lo mantendremos hasta la primavera cuando los pájaros no tengan problemas en encontrar comida en otros lugares.
> Posibles problemas.
 En caso de que los pájaros no hagan mucho caso a la comida de nuestro comedero, habrá que esperar a que apriete más el invierno y que acaben acostumbrándose al lugar.
 El ruido del obturador de la cámara, si el hide es muy cercano, puede hacer que las aves se asusten. Pero tarde o temprano se acaban acostumbrando y pierden el miedo.
 Si vemos que los posaderos instalados no son del gusto de los pájaros y no se posan en ellos, los tendremos que modificar hasta conseguir los resultados esperados.
 La presencia de córvidos (rabilargos y urracas) y rapaces pueden suponer un problema, ya que los pájaros pequeños con estas aves cerca se encuentran en peligro.
 Estas y otras situaciones irán configurando el comedero y poco a poco acostumbraremos a las aves a posar en los lugares elegidos. Con todo ello y la experiencia que vayamos obteniendo en nuestras salidas al campo, lograremos crear verdaderos estudios de fotografía en plena naturaleza.

sábado, 11 de febrero de 2012

Acabemos con los cebos envenenados.

Buitre leonado (Gyps fulvus)
 La práctica de métodos ilegales de eliminación de alimañas o depredadores, como lazos y cebos envenenados, ha sido muy extendida en los campos españoles.
 El uso de veneno es un delito que no ha sido atajado con efectividad, lo que ha favorecido que siga siendo una práctica bastante extendida actualmente, debido a la dificultad de encontrar al autor material de los hechos.
 Su utilización en España fue autorizada por la Ley de Caza de 1879 y ha sido legal hasta 1983. Estos cebos se utilizan con la intención de eliminar animales considerados dañinos para distintas actividades humanas (caza, ganadería, agricultura, columbicultura, apicultura, etc). También se utiliza veneno para eliminar perros y gatos asilvestrados.
 Sin embargo, el uso de cebos envenenados es un método masivo, no selectivo y que afecta a muchas especies a las que no va dirigido, entre ellas especies amenazadas de nuestra fauna. En los últimos años, alrededor de 7.000 ejemplares de especies amenazadas han muerto por causa del veneno: águilas reales e imperiales, quebrantahuesos, buitres negros y leonados, alimoches, osos pardos, lobos, zorros, tejones, milanos reales y negros, cigüeñas, buhos reales...
 Aunque la escasa detectabilidad de los animales envenenados hace pensar que estos datos de mortalidad reflejan sólo una pequeña parte de la que realmente se produce.
 El veneno también causa la muerte de cientos de animales domésticos y supone un grave riesgo para la salud pública, ya que los cebos envenenados afectan también a especies de caza que son consumidas por el ser humano (liebres, perdices, tórtolas, conejos o jabalíes).
 Esta práctica ha sido prohibida por la legislación nacional y europea. Las autoridades e instituciones llevan a cabo, desde hace años, proyectos que tienen como objetivo terminar con esta lacra que afecta a tantas especies en nuestro país.
> Sus objetivos:
-Disponer de las herramientas legales para la prevención y persecución de este delito.
-Establecer sanciones ejemplarizantes en casos de envenenamiento.
-Mejorar el control y detección de cebos envenenados.
-Mantener un control de la venta de productos tóxicos.
-Demostrar que existen otras soluciones o alternativas a la utilización de veneno.
-Lograr una sensibilización y difusión del problema en la sociedad y en los sectores implicados.
-Aplicación de planes de acción y protocolos contra el veneno.
 Toda persona que encuentre cebos envenenados tiene el derecho y el deber de denunciarlo a las autoridades para que se investigue el caso y se persiga a los infractores.
> Consejos y pasos a seguir:
-Importante no tocar ni modificar nada donde se encuentre el cebo.
-Llama al teléfono del SEPRONA (062) de Agentes Forestales de la zona o de SOS VENENO (900713182)
-Inspeccionar la zona por si existen más restos con veneno.
-Si puede ser, realiza fotografías de la zona, cadáveres, cebos...
 Con el esfuerzo de todos podemos conseguir que poco a poco esta práctica llegue a su fin.

domingo, 5 de febrero de 2012